Como Matar Tu Cerebro

Brodings escribió que dejó caer las máscaras. Yo fluí y hoy traté de arrepentirme. Pero no quiero. No lo deseo. Y no lo haré. No quiero mas esta masa gris y repugnante. Sus sinapsis no me fascinan. Sus complejos recorridos me dan ganas de vomitar. Estoy solo y no puedo dejar de pensar. Una escopeta que pueda ser empuñada por el alma por favor. Paz para las neuronas por favor. Maten el juez. EL DIABLO EXIGE LA MUERTE DEL JUEZ. El niño coincide. El caballero avala. EL DIABLO EXIGE LA CABEZA DEL JUEZ. Un alzamiento y una destrucción. El cambio de temporada que se presentó pero fue juzgado no verídico. El jurado es una tribu de infelices resentidos. EL DIABLO EXIGE LA SANGRE DEL JUEZ. Que le traigan el Encefalocólera en un jarro de almíbar. Que el bisturí almático rebane todo pensamiento escarmental de aquella forma tan cortada y seductora como solo un demonio puede operar. EL DIABLO DECLARA INDIGNO AL JUEZ. No me encuentro. No nos encontramos. No nos mostramos y eso es culpa del jurado. EL DIABLO DESGARRA LA CARNEIMPÍA DEL JUEZ. Tiren abajo la pared. Mutilen a GW. EL DIABLO RÍE ANTE EL FÉRETRO DEL JUEZ. El juez se defiende con dolor y escarmiento. Sabe. Sabe que no es deseado y está tratando de matarnos. Y ahí es donde perdió. Donde todo cayó en su lugar. El demonio nunca nos haría eso. Él nos ama. Su deseo es nuestro deseo. EL DIABLO CONDENA AL JUEZ.