Grargh

Tolerate not. comprehend not. Tu carne. Tu carne. No hay paz para los que la merecen. No hay. No. DAME YA. Ego, ego ego. Tu piel pertenece a mi lengua. No me importa nada más.

Titanes

Hablando desde la seda-pegajosa prisión bajonera del artista imberbe acomplejado de no-me-olvides me muevo un poco entre las babas de diablo para divisar la luz que me quema, que me es la belleza y no encuentro como amarla mas líquido. Con el paso del mismo, la inflación al valor del mismo se aplica mas desfachatada, cruelmente, cada día malgastado pesa más, cada día que no trabajo hacia el Sol Invicto es una mancha maloliente de no-vida que se me agrega como cicatriz. Es Peso, el tiempo se vuelve denso, insurfeable, me muero por ser lo que me caga en las patas mostrar. Me termino comportando a lo cometa, el camino-color-carne de la belleza se me hace evidente con un fulgor tan vivaz que me prende, y ataco, creación con afán de genocidio, no expreso el alma, aniquilo al pajero sin rumbo, es cólera, se prende bien fácil y por eso es mi arma de elección ¿Me entendés? El peso de diezmil gigantes que nacieron sabiendo el camino se agudiza porque me doy cuenta de que ellos nunca quisieron el cáncer ególatra con el que sueño, y fue su no deseo el que los acuó y les dejó pasar, en una calma que me es desconocida, tránsito a combustión de regocijo. Es una naturaleza que no digiero, y que me cae trágica, porque me hace pensar que nací mal. Mi delirio de grandeza es lo que me vuelve indigno de transitar, y si bien siento que avanzo cada vez mas decididamente por la ruta de la verdad, no puedo evitar decaer, deprimirme en una baba infértil a cada trapiés. Y el paraguayo, oh dios el paraguayo, que forma desengrasante, me hace chirriar. Masco papel porque sueño con ser solo una cabrita que pasta. No puedo con tu standard, boy.