"Te quiero."
Me subi al colectivo con rapidez y escuché el "Yo tambien." mientras se iba. Me di vuelta, sorprendido con la devolución de afecto inesperada y mi mirada se cruzo con la de alguien mas. Una chica rubia, de ojos claros que aparentaba unos trece años. Fue solo un segundo sin importancia. Tipico de dos personas extrañas que desvían la vista, porque aparentemente esta prohibido mirar a alguien si no sabes su nombre.
Me sente atras de ella mientras pensaba en mi absurda inestabilidad.
-Disculpame, ¿te puedo hacer una pregunta? -la llamé tocándole el hombro.
Ella se volteó, con una sonrisa y expresión inocente. "Si" contesto con algo de curiosidad y gracia.
-Ok, pero es psicológica -aclaré, remarcando que no queria preguntarle direcciones ni la hora- Cuando alguien sufre... ¿Esta bien dejarse sufrir o tenes que intentar estar mejor?
Ella sonrió y no tardo mucho en contestar.
-No, yo creo que tenes que intentar estar mejor.
-¿Por que?
-Porque... no se, cuando yo estoy mal, quiero ponerme bien -contestó con una sonrisa y un tono adorable que expresaba cierta ingenuidad.
-¿No te parece que esta bien dejarse sufrir un rato?
Ella lo pensó por un segundo y despues negó con la cabeza, convencida de su respuesta.
Asentí, concluyendo asi el tema de conversación y ella se volteó nuevamente.
Su respuesta volaba en parábolas en mi fuero interno, no podía identificar que tan ciertas o sabias aquellas palabras eran. Pero ella si parecía muy feliz.
-Disculpa, te hago dos preguntas mas y no te jodo mas.
Se volteó nuevamente con una sonrisa algo confundida.
-¿El sol o la luna?
-La luna -contestó despues de pensarlo- Me gusta mas. ¿A vos?
-Me gusta mas la noche, pero prefiero el sol.
-Que raro.
-Es que la noche es mas sentimental -le afirmé y ella asintió-. Pero el sol representa felicidad, y la luna cambio. De los dos, me quedo con la felicidad.
-Mira vos, no sabía. ¿Que mas me ibas a preguntar?
-Ah si, ¿Ninjas o Piratas?
Me miró perdidamente, totalmente desconcertada por la pregunta.
-¿Sabes lo que son? -le pregunte al notar su confusion.
-Si mas o menos... pero no me gustan mucho los ninjas...
-¿Osea que piratas?
-Si.
-Si, toda la vida, los ninjas son cool, pero los piratas tienen barcos -coincidí , ella se rió y se acomodó en su asiento otra vez mientras yo notaba como el colectivo se acercaba a Rodriguez.
-Bueno, ya me bajo -le dije mientras me acercaba a la salida del frente- ¿Cómo te llamás?
-Lucila -me dijo mirandome igual que lo habia hecho los pasados cinco minutos.
-Lucila -repetí para mi mismo- Yo soy Ezequiel -me presenté y le entregué la tarjeta magnetica que habia usado para ese viaje.
El vehículo se detuvo lentamente en mi esquina y me dispuse a saltar del mismo.
-Ah, y gracias -le dije al descender.
Pisé el asfalto y me volteé. Ella me miró a través de la ventanilla un instante, y luego recobró la postura cuando el chofer aceleró.
Al tiempo que escribo esto, no pasó ni una hora desde que me bajé de ese colectivo.
No se quien era esa chica. Solo su nombre. Probablemente no la voy a volver a ver en mi vida, y si asi fuese, no la reconocería. Pero le estoy agradecido.
Y al menos, creo que le di algo interesante para contar cuando le pregunten que hizo hoy.
