Cuando te arde la garganta de la emoción te hacés un corte con papel y la sangre tiñe el techo a lo chorro tarantinesco. En una habitación de calaveras que hablan con voces familiares y nunca paran de tirar ideas de una variedad exageradamente amplia de calidades.
Y vos decís: "Sí, cerebro, calmate."
Y al enfermo se le ocurren como doscientas ochenta y seis cosas mas en las cuales pensar, todas gotean con esa brea que a primera vista las cataloga como Geniales Malas Ideas (de las mejores en su ámbito).
PARTE XVI - Amarillo
Heart-me furious. Shutmecontrol.
lunes, 7 de noviembre de 2011
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