Es que no lo puedo evitar, por algún motivo que no llego a comprender, te extraño. Mucho más de lo normal, mucho más de lo que me conviene.
Y es que te quiero.
Te quiero, pedazo de abominación empalagante, inapropiada, repulsiva, corta-chorro, irritante, ingenua, alienígena, deforme, terca, falsa, obsesiva, creída, golpeable y con total falta de encanto.
Un montonazo.
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