Yandere

Posesividad es una palabra que nunca me había molestado en inspeccionar. Dícese de la "actitud de posesión o dominación [de alguien]." Me encanta decir "dícese", es la palabra diccionario por excelencia, vale mas puntos de elocuencia si lo querés psicopatear. La pertenencia sobre el otro, la manipulación total, quiebre del libre albedrío, pasando la línea moral establecida por vox populi. Este puto tema dura solo dos minutos, tengo que resetearlo a cada rato. Que curioso, juraría que había puesto un punto y aparte ahí. Me da por las pelotas esta nueva manía de blogger de quitarme mis puntos y aparte, igual seguro que es por ser usuario ignorante. Hilar con cuidado el suave movimiento que una trama maestra debería tener. Posesividad del guión y sus personajes. Sociopatizando hasta el aliento mas inaudible, pero con una significancia de seguro. No se, la línea moral existe hasta donde a uno le convenga, no hay ningún parámetro establecido, me sumerjo en la ambigüedad y me voy a nadar con un demonio interno que no solo transforma el agua en vino, te ofrece toda la variedad de cócteles. Y el niño nunca lloró por ustedes, lloró por si mismo, por el miedo al castigo final. Santo no fue nunca, si se aferra al peluche para no ver a quien se enteró de lo que planea. Por eso lo alcoholizan, para que ría con nosotros, para que nade en esa piscina de óleos retorcidos, para que mienta y manipule con el descaro que despeja la zarza. Al final, resulta que potencia y corroe. Lo que nunca nos imaginábamos en este fandango siniestro, lo que no podríamos aceptar pero ya no podemos pagar. Se sufre mucho al pedo en este cubículo. El resentimiento hace demasiado eco en nuestra caverna. ¿Por que no la rendición? Tu juego te atrapa y ciega de todo lo que nos necesita. De todo lo que hay por hacer. Del sol invicto y el caballero charlatán. Hay tanto por hacer my lady, que ya no puedo jugar. Y cuando tu trama sea pura fórmula y tu cuello esté seco, recordá que esta lengua sirve para lamer.