All That Happens Was Given Coil And Embrace

Alguna vez llegó a mis oídos la idea de que no podés confundirte siendo un jugador cuando se supone que seas el director. Pero el director se queda sin drama y sin presa. Era claro entonces que vos podías seguir creciendo. Es más, podías elevarte a la nube que te complaciese y hacerla sentir como basura por no complacerte de forma adecuada. Nosotros te miraríamos desde la superficie, sueños de ionósfera reflejados en el ojo inyectado. Incapaces. Inofensivos sin tu éter, sin tu afecto, con la terrible necesidad de que necesites necesitarnos. Nuestra lucha era entonces, una sin sentido ni resolución pero que jamás podríamos resignar. No está en nosotros, dominatriz de frío cinismo. No está en mí. Siempre es y por siempre será. Hasta que implote y los ojos me lluevan con la furia voraz de un estúpido infeliz.